ANÁLISIS DE COMO DICTADURA
CUBANA ESCLAVIZÓ A UN PUEBLO
CUYA SIMILITUD CON LO QUE
ACONTECE EN VENEZUELA ES
IMPRESIONANTE
Asi tratan y controlan al pueblo Cubano
PEDRO
CORZO
Periodista de Radio Martí.
Periodista de Radio Martí.
Se demonizó el
pasado siendo el objetivo fundamental educar al individuo en la creencia de que
la República había fracasado y que la Revolución concedería las oportunidades y
derechos que el pueblo no había gozado.El disfrute de los derechos ciudadanos
fue eliminado, a la vez que se instrumentaba una campaña a favor de nuevos
paradigmas totalmente contrarios a los que habían regido la sociedadSe
incentivó la grosería, el mal vestir. Las religiones fueron vituperadas. La
educación formal era un rezago burgués.Se vulgarizaron las costumbres, incluyendo
el lenguaje, y se promovió la división familiar, haciéndoles creer a los
menores que la emancipación de sus padres les haría libres y que el estado
todopoderoso era la solución.El respeto a las ideas de los otros fue eliminado.
La tolerancia se extinguió. El adversario se transformó enenemigo. El que
partía para el extranjero era un traidor.Se dejó de decir señor, solo
compañero.Se irrespetaba todo, menos a Fidel Castro y los que integraban su
olimpo.La delación se trocó en oficio y la prostitución, una práctica repudiada
hasta entonces por la sociedad, seconvirtió en un hacer respetable.Los derechos
más elementales fueron conculcados. El país se sumió en la ineficiencia, el
derroche de lo ajeno, las consignas sustituyeron las ideas y los mejores
hábitos y costumbres fueron asfixiados por quienes trepaban sobre las
desgracias de otras personas.Muchos individuos se convirtieron en victimarios.
Se prestaron para abuchear, acosar, delatar, golpear y hasta matar a quienes
consideraban herejes de la nueva religión. El homosexualismo era un crimen.
Surgieron centenares de prisiones y campos de concentración. El paredón ocupó
espacios importantes en el diario vivir, y tronchó la vida de muchos.Sin
embargo a pesar de los sacrificios de la población y los abusos y crímenes en
los que incurrieron el gobierno y sus partidarios, la promesa de un país mejor
no se cumplió.En el presente el individuo ama a su país mucho menos que nunca
antes en el pasado.El esfuerzo por descristianizar la isla para imponer el
marxismo ha dejado al ciudadano sin sostén ético o moral. Un número importante
de personas solo aspiran a abandonar a Cuba y reiniciar sus vidas,
paradójicamente en Estados Unidos, la nación que según el castrismo había que
odiar y destruir.No es difícil suponer lo frustrante que debe ser para los que
se sumaron con fervor a la destructiva maquinaria del castrismo, con los
sacrificios personales y familiares que implicó, amén de aquellos que sientan
remordimiento por los crímenes o abusos en que incurrieron, cuando ven como sus
quimeras están siendo desmontadas, no por los que ellos persiguieron, enemigos
del proyecto, sino por sus propios inspiradores.El castrismo está muriendo por
consunción. Los fracasos acumulados, corrupción, abusos y el despilfarro, han
agotado todas sus expectativas y posibilidades de sobrevivencia.Por eso es
válida la pregunta sobre qué pensarán aquellos que envejecieron y crecieron
trabajando a favor de las intervenciones y confiscaciones, o a tono con el
gobierno rechazaban la inversión extranjera, y ven como en el presente los
mismos líderes favorecen lo que antes querían destruir.Aprecian como muchos de
esos dirigentes se han enriquecido. Sus hijos disfrutan de bienes para los que
no han trabajado. Han estudiado en universidades extranjeras o tienen negocios
fuera de Cuba.Los que creían en un estado interventor y aprecian que sus
dirigentes históricos despiden a millones de trabajadores y abren paso a la
gestión privada aunque sea tímidamente.Los que se hicieron enemigos de las
religiones y ahora ven como el gobierno las acepta o reconoce, los que
rompieron relaciones con los familiares que se asentaban en otros países y en
la actualidad el gobierno promueve lo contrario.¿Cómo estarán los veteranos que
mataron o fueron heridos en Angola y otros países para difundir un modelo
político que sus conductores en el presente están abandonando? Y aunque no sea
políticamente correcto es obligado preguntarse, ¿los que formaron parte de los
pelotones de fusilamientos, los que dieron tiros de gracia, cómo estarán al
vivir un cambio que tal vez les conduzca a una mejor vida, pero que no les
librará de las angustias de sus culpas?
PEDRO CORZO-
PERIODISTA CUBANO.
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