miércoles, 2 de julio de 2014




                    ANÁLISIS DE COMO DICTADURA 
                    CUBANA ESCLAVIZÓ A UN PUEBLO 
                    CUYA SIMILITUD CON LO QUE 
                    ACONTECE EN VENEZUELA  ES                             
                    IMPRESIONANTE

               
                                           
                         

                       Asi tratan y controlan al pueblo Cubano 
                                                                 
   
PEDRO CORZO                                                                         
Periodista de Radio Martí.
Se demonizó el pasado siendo el objetivo fundamental educar al individuo en la creencia de que la República había fracasado y que la Revolución concedería las oportunidades y derechos que el pueblo no había gozado.El disfrute de los derechos ciudadanos fue eliminado, a la vez que se instrumentaba una campaña a favor de nuevos paradigmas totalmente contrarios a los que habían regido la sociedadSe incentivó la grosería, el mal vestir. Las religiones fueron vituperadas. La educación formal era un rezago burgués.Se vulgarizaron las costumbres, incluyendo el lenguaje, y se promovió la división familiar, haciéndoles creer a los menores que la emancipación de sus padres les haría libres y que el estado todopoderoso era la solución.El respeto a las ideas de los otros fue eliminado. La tolerancia se extinguió. El adversario se transformó enenemigo. El que partía para el extranjero era un traidor.Se dejó de decir señor, solo compañero.Se irrespetaba todo, menos a Fidel Castro y los que integraban su olimpo.La delación se trocó en oficio y la prostitución, una práctica repudiada hasta entonces por la sociedad, seconvirtió en un hacer respetable.Los derechos más elementales fueron conculcados. El país se sumió en la ineficiencia, el derroche de lo ajeno, las consignas sustituyeron las ideas y los mejores hábitos y costumbres fueron asfixiados por quienes trepaban sobre las desgracias de otras personas.Muchos individuos se convirtieron en victimarios. Se prestaron para abuchear, acosar, delatar, golpear y hasta matar a quienes consideraban herejes de la nueva religión. El homosexualismo era un crimen. Surgieron centenares de prisiones y campos de concentración. El paredón ocupó espacios importantes en el diario vivir, y tronchó la vida de muchos.Sin embargo a pesar de los sacrificios de la población y los abusos y crímenes en los que incurrieron el gobierno y sus partidarios, la promesa de un país mejor no se cumplió.En el presente el individuo ama a su país mucho menos que nunca antes en el pasado.El esfuerzo por descristianizar la isla para imponer el marxismo ha dejado al ciudadano sin sostén ético o moral. Un número importante de personas solo aspiran a abandonar a Cuba y reiniciar sus vidas, paradójicamente en Estados Unidos, la nación que según el castrismo había que odiar y destruir.No es difícil suponer lo frustrante que debe ser para los que se sumaron con fervor a la destructiva maquinaria del castrismo, con los sacrificios personales y familiares que implicó, amén de aquellos que sientan remordimiento por los crímenes o abusos en que incurrieron, cuando ven como sus quimeras están siendo desmontadas, no por los que ellos persiguieron, enemigos del proyecto, sino por sus propios inspiradores.El castrismo está muriendo por consunción. Los fracasos acumulados, corrupción, abusos y el despilfarro, han agotado todas sus expectativas y posibilidades de sobrevivencia.Por eso es válida la pregunta sobre qué pensarán aquellos que envejecieron y crecieron trabajando a favor de las intervenciones y confiscaciones, o a tono con el gobierno rechazaban la inversión extranjera, y ven como en el presente los mismos líderes favorecen lo que antes querían destruir.Aprecian como muchos de esos dirigentes se han enriquecido. Sus hijos disfrutan de bienes para los que no han trabajado. Han estudiado en universidades extranjeras o tienen negocios fuera de Cuba.Los que creían en un estado interventor y aprecian que sus dirigentes históricos despiden a millones de trabajadores y abren paso a la gestión privada aunque sea tímidamente.Los que se hicieron enemigos de las religiones y ahora ven como el gobierno las acepta o reconoce, los que rompieron relaciones con los familiares que se asentaban en otros países y en la actualidad el gobierno promueve lo contrario.¿Cómo estarán los veteranos que mataron o fueron heridos en Angola y otros países para difundir un modelo político que sus conductores en el presente están abandonando? Y aunque no sea políticamente correcto es obligado preguntarse, ¿los que formaron parte de los pelotones de fusilamientos, los que dieron tiros de gracia, cómo estarán al vivir un cambio que tal vez les conduzca a una mejor vida, pero que no les librará de las angustias de sus culpas?
                                          
                                        PEDRO CORZO-
                                   PERIODISTA CUBANO.
                                                                                               
 @bangaritac                                                            

                         



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